Respostas
Juan vivía una realidad que siempre quería cambiar y no podía. Se sentía preso a un momento y todos los días enfrentaba la misma situación. Parecía un círculo vicioso, se levantaba puntualmente a las 07h04 y hacía las mismas cosas. Se lavaba el rostro, se vestía e iba a la panadería, era un impulso que no podía frenar.
Llegaba a casa nuevamente y preparaba el desayuno para toda su familia, esta parte siempre le gustaba y lo hacía con mucho esmero y dedicación. Después de que estaba todo pronto, despertaba a todos con la excusa de que podían llegar tarde a sus actividades, y como todos estaban acostumbrados, le hacían caso.
Pero en el fondo, Juan anhelaba tener una vida diferente. No le gustaba caer en ese sistemático proceso, donde solía hacer siempre lo mismo, por más que se permitía pensar diferente, había algo que lo obligaba a comportarse así.
Iba al psicólogo para ver si lo ayudaba a actuar diferente, o si había un mecanismo capaz de romper esa rutina. Pero no, incluso cuando llamaba al psicólogo para marcar su cita, era siempre a la misma hora, y al llamarlo, él no tenía dudas, era Juan quien lo llamaba. Incluso este sabía cuando no venía, porque Juan repetía el mismo proceso de avisarle a la hora señalada, era así que lo tenía estampado o recordaba con exactitud.
Juan trabajaba en casa, tal vez eso le permitía tener una jornada más tranquila con él mismo, y siempre realizaba su labor con la máxima dedicación. No formaba parte de su metódica rutina, pues llevaba a cabo muchas cosas diferentes, y por increíble que podía parecer, no se repetían. Era su válvula de escape, lo que le permitía desconectarse quizás por unos largos instantes.
Al atardecer, mientras tomaba su café a las 5h36, en el sillón que lo esperaba ansiosamente, sabía que iba a llegar su esposa con su sonrisa encantadora, quizás en esos momentos soñaba e imaginaba que mañana no podía ser diferente.
* Espero ter ajudado. Bons estudos! *