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Resposta:
No he podido dormir en toda la noche--respondió la niña.
Pero la oyeron algunas criadas, que avisaron a Lisarda, que en un cuarto próximo al de mi madre dormía, y todas se fueron a ponerse en los miradores a gozar de la regalada música.
Todos ya en buen amor y compaña descansan, se calientan, hablan, comen; se acaba el día, duermen, amanece el siguiente, claro, sereno y radiante de sol, y se vuelven los ocho a Provedaño por encima de la nieve congelada, como si nada hubiera sucedido.
Había dormido bien aquella noche, y acababa de comerse en el buffet del tribunal una ración de jamón con guisantes.
--La señora no duerme, que solloza--dijo doña María.
Trazóse, pues, dicha puerta, oblicuamente, sobre el recio muro del templo, en el ángulo opuesto á aquel en que dormía y había de morir Carlos V, y allí sigue, y desde ella se determina fijamente tan histórico paraje.
Suspiró la bella indiana, porque se la representó que aquella tranquilidad de sueño no convenía, como ella hubiese querido, con las congojas y con la inquietud, de ella no conocidas hasta entonces, que de sus ojos habían ahuyentado el sueño; y acordándose de que le había encontrado dormido antes, cuando fue a sacarle del cuarto en que le había encerrado para ir a hablar con el familiar del Santo Oficio, se la apretó el corazón, y sobresaltose su vanidad, y fue necesario que se acordase de las amorosas razones y de las encendidas miradas de su amado, para que en alguna manera se la endulzase el amargor que en su alma había sentido.
Quilito, abstraído, pensaba: --¿Y he de llegar yo a estar como este hombre, sucio, harapiento, comiendo las sobras de los otros, durmiendo en el suelo, dominado por el vicio y la pereza?
A cuenta que he vivido tantismos años durmiendo en duro como una reina, y en estas blanduras no pegaría los ojos.
Vamos, duérmete: si te duermes, te compraré un caballo para que vayas al Retiro montado como tu amiguito Julián... y después te llevo al Circo a ver los clowns... ¿no te acuerdas de los saltos que dan? ¡